AMANECER EN TUS OJOS

Desperté entre sábanas de algodón, la luz se colaba entre las rendijas de la persiana, pude darme cuenta de que el sol estaba en toda su plenitud, me apresuré a levantar la persiana, con ganas de disfrutar de un día soleado, y poder dar gracias por seguir aqui.
Mi cuerpo desnudo recogía esos destellos de luz, al compás de sus movimientos.
Al darme media vuelta estabas allí dormido, y al sentir la luz en tus ojos despertaste, guiñando los ojos, y yo con una sonrisa en mi cara te dije, arriba perezoso que hay que salir a disfrutar este día tan bonito.
Me agarraste de la cintura y llevandome hacia ti me besaste en el pecho, que al tacto de tus labios se estremeció.
Me cobijaste entre tus brazos y disfrutamos del amor durante largo tiempo en el que me entregaste todo tu cuerpo para hacerlo mío.
Me haces muy feliz.

Tiempo atrás, a veces era tal el sufrimiento, que pensé en acabar con todo, pero me alegro de que solo fuera una idea relámpago que igual que llegaba a mi cabeza, se iba.
Ahora cada día es un día mas lleno de motivos para seguir luchando.

Por supuesto no puedo decir que soy plenamente feliz, porque me mentiría a mi misma, pero lo intento cada día, y e de reconocer que a veces cuesta mucho trabajo, porque no todo en la vida es fácil, y el camino está lleno de piedras y baches que hay que ir esquivando para poder superarlo.
Unos días son mejores y otros peores, pero no por ello debemos de tirar la toalla, eso nunca, la vida te da y te quita, pero no debemos de rendirnos.